miércoles, 19 de julio de 2017

Islandia en bici, 3ª parte: por el norte hasta la F35

Tercera parte del viaje a Islandia por fin. Madre mía, está costando esto más que el propio viaje!! Jajajaja. Pero "des-pa-ci-to" ya vamos terminando ;)


Sandfellsskógur - el medio de la nada más absoluta (unos 86 km)


Por la mañana llegar a Egilsstadir fue coser y cantar. Es la ciudad más importante del noreste de Islandia, eso que sólo tiene poco más de 2000 habitantes, y muy estratégica si queremos seguir hacia el oeste en bici, ya que es la única población con servicios y tiendas en más de 200 km.  Es más, en los siguientes 200 km no vais a ver ni un triste pueblo, la nada más absoluta hasta llegar al lago Mývatn. Así que aquí hay que aprovechar a comprar comida. Por lo demás, esta ciudad no tiene nada interesante para ver.

De aquí es seguir todo el tiempo la carretera principal, sin más, tampoco hay nada especialmente llamativo.


Aunque lo bueno que tiene Islandia es que en cualquier momento te encuentras una cascada espectacular, así, de repente. Tuvimos la suerte de verla bien y solos, porque justo cuando nos íbamos llegó un autobús lleno de japoneses ávidos de sacar fotos hasta a la última piedra.


Seguimos por la N1 y hasta hubo un momento en el que parecía que hacía hasta calorcito y todo. Llegamos justo hasta el comienzo de una cuesta larga, muy larga, en la que vimos el último rastro de humanidad: un edificio que hacía las veces de restaurante-taberna-albergue. La cuesta que había que subir tela! Unos 300 m de desnivel pero larga como ella sola. Al llegar arriba viento y frío y un páramo desértico que no presagiaba nada bueno.


Vimos una tienda de campaña de otro ciclista pirado, pero nosotros seguimos, haciendo frente al viento y con la idea de encontrar algo más resguardado. Pero lo que se ve en la foto es lo que había, o sea, nada. Además hacía ya mucho frío y la carretera ya no era de asfalto, sino de gravilla y llena de baches, así que acabamos acampando donde pudimos.


El medio de la nada más absoluta - Grímsstadir (64 km)


Sin duda, este fue el día más duro de todos, por lo menos para Iratxe. Amanecimos con frío y el viento era horroroso. Cómo no, de frente. El paisaje tampoco acompañaba: un páramo en el que no había nada. Nosotros lo bautizamos como el PP: puto páramo.

Y así todo el rato
Fue muy duro porque hacía mucho frío y no nos podíamos parar, ya que si parábamos no había dónde resguardarse y nos quedábamos helados. El viento soplaba muy fuerte en contra y eso nos hacía avanzar realmente despacio. Además a ratos se ponía a llover. Cuando, a lo lejos, parecía que la carretera giraba y que ya íbamos a salir de ahí y se acabaría el viento... ¡no! Siempre venía en contra y ese paisaje era interminable. Incluso en los tramos que eran cuesta abajo tenías que pedalear como si estuvieras subiendo un puerto de montaña porque sino no avanzabas. Y cuando parecía que las cosas no podían ir peor...¡zasca! Una cuesta para arriba.


Iratxe se pasó la mitad del día llorando sobre la bici y pensando que quién coño le mandaba meterse en esos "embolaos". Ni siquiera pudimos parar a comer algo porque era imposible con el frío y el viento.

Pero viajar en bici se parece mucho a la vida real. Cuando crees que ya no puedes estar más jodido, que lo ves todo muy negro, de repente pasa algo o aparece alguien y le da la vuelta. En esto que ya salimos a lo que parecía una carretera más normal, Iratxe seguía llorando porque por más que pedaleaba no avanzana apenas, se nos paró un coche al lado. Dos chicas islandesas preguntando a ver si les podíamos ayudar. Lo primero que se nos pasó por la cabeza fue a ver si nos estaban vacilando. Pero Aitor habló con ellas y resulta que estaban haciendo un juego que se llamaba algo así como "guardianes de basura" o algo parecido y a ver si les podíamos hacer el favor de hacernos una foto con ellas.....¡¡¡¡¡¡mientras nos regalaban una bolsa llena de chuches!!!!!! Además nos dijeron que sólo nos faltaban 5 km para llegar a donde queríamos, así que nos comimos unas cuantas gominolas y eso fue suficiente energía para llegar tan contentos.

Para que os hagáis una idea de lo duro que fue el día, decir que estuvimos encima de la bici 7 horas sin parar y sólo hicimos 64 km.

Por cierto, el sitio al que llegamos era una casa en plan hotel para turistas donde se supone que se podía acampar. Pero la vieja de la casa era imbécil y no le hizo gracia, nos quería vender una habitación como fuera (unos 70€!!) y además no querían dejarnos estar en la sala tomando café porque era para los clientes... En fin. Nos dejaron acampar al lado de una caseta prefabricada que hacía las veces de baño. Pero después del día de mierda que habíamos tenido, para nosotros fue como un palacio.

Grímsstadir - Mývatn (42 km)


Segundo día consecutivo que fue muy duro, en esta ocasión sobre todo para Aitor (nos vamos turnando, jejeje). Ya por la mañana hacía mucho frío y viento, para variar, pero Aitor no se quiso poner los guantes, con lo cual al cabo de un rato pedaleando ya no sentía las manos y se le metió el frío en el cuerpo. El viento tampoco ayudaba, porque otra vez pedaleábamos a tope y apenas avanzábamos.

Ya cerca del lago Mývatn hay una zona de geyseres y fumarolas llamada Hverir. Nos acercamos para verla y no se nos ocurrió otra cosa que meternos donde más vaho había porque estaba muy calentito. Tremenda cagada, porque nos calentamos, pero salimos de ahí totalmente empapados y con el viento y el frío fue peor. 


Menos mal que ya Mývatn estaba cerca y hay un camping grande frente al lago con agua caliente y un sitio cubierto para estar :)

Después de dos días muy duros, decidimos quedarnos al día siguiente por allí, de turisteo y relajeo, además íbamos bien de días. Por alrededor del lago Mývatn se pueden hacer muchos paseos y rutas cortas, se puede ver la zona donde se separan las placas tectónicas, subir al cráter de un volcán, ver un gran campo de lava...




Pero sin duda lo mejor son los baños naturales. No son lagunas naturales gratuitas, sino que es un lago natural que se ha acondicionado y es de pago. El más famoso de estos baños es la Blue Lagoon, cerca de la capital, pero es muy turística y cara. Esta cuesta unos 20€ y no tienes límite de tiempo. En verano está abierta hasta medianoche y en invierno hasta las 22h. Agua calentita, vistas al lago, servicio de bar,... ¡Un lujo!



Ruta de Ásbyrgi a Dettifoss (30 km andando)


Desde Mývatn se puede coger un autobús que te acerca a Ásbyrgi. De aquí parte un trekking de 2 días hasta llegar a Dettifoss, la cascada con mayor volumen de agua de Europa. También puede hacerse en el otro sentido, pero es mejor empezar desde Ásbyrgi porque hay un punto de información y porque así el final de la ruta es espectacular. Merece la pena gastar dos días aquí: una gran garganta, coladas de lava y formaciones geológicas, cascadas, pequeños bosques,...

El primer día son unos 12 km, hasta la zona de acampada. No se puede acampar en ningún otro sitio y además por la mañana, o te levantas muy pronto para irte sin pagar o enseguida vienen los guardas y te hacen pagar.





El segundo día son 18 km hasta llegar a Dettifoss. Allí hay opción de quedarse a dormir o de coger un autobús, pero hay que controlar bien la hora de llegada. Nosotros perdimos el autobús pero no queríamos quedarnos a dormir allí porque hacía frío, mucha humedad y en la zona de acampada no había nada. Así que decidimos hacer autostop con muy poco éxito. Pero el que la sigue la consigue y después de más de una hora, se paró una caravana. Creo que les dio pena la cara de frío de Iratxe. Era un grupo de eslovenos que llevaban un chófer. Nos recogieron y nos dijeron que querían hacer turismo antes de ir a Mývatn, a ver si no nos importaba ir con ellos. Paramos en la zona de Hverir, pero esta vez la vimos y la disfrutamos más que la vez anterior.





Dettifoss

Selfoss


Mývatn - Akureyri (100 km)


Dejamos atrás el lago Mývatn, bordeándolo y disfrutando de su paisaje singular. Todo el rato siguiendo la Ring Road, a unos 45 km se llega a la impresionante cascada de Godafoss. Ya desde la carretera se ve a varios kilómetros antes de llegar. Esta es una de las cascadas más turísticas y concurridas de Islandia. El nombre significa "cascada de los dioses" y viene de cuando en el año 1000 el parlamento decidió que el país sería cristiano, por lo que cogieron las imágenes de los dioses paganos y las tiraron a la cascada.



Hay una cafetería y alguna tienda al lado, con vistas a la cascada, que viene muy bien para entrar en calor porque, para variar, hacía un rasca de narices. Después de entrar en calor y de hacer las tropecientas fotos de rigor, seguimos nuestro camino con ganas de llegar a Akureyri, la capital del norte.

Para llegar primero hay que subir un puerto bastante largo del que luego se baja casi en picado por el acantilado del fiordo en el que está situada la ciudad. 




El día siguiente lo pasamos en Akureyri de turisteo y aprovechando para prepararnos para cruzar las Highlands. Había que calcular los días que nos iba a costar y hacer compras, con algo de comida extra para imprevistos, ya que en el centro de Islandia no hay opción de conseguir comida.

Akureyri no es muy grande a pesar de ser la segunda ciudad más importante de Islandia, tiene menos de 18.000 habitantes. Es una ciudad con mucha actividad y servicios, asentada en la cabeza del mayor fiordo del país. Hay un camping municipal, sin cocina, y luego otro más grande a las afueras de la ciudad. 



Si vais a Islandia tenéis que probar sí o sí los "pylsur", los típicos perritos calientes islandeses. Acompañados de una salsa deliciosa y de cebolla crujiente, son baratos y una auténtica tradición allí. En Akureyri también podéis aprovechar a comer bien y mucho para recuperar esos kilos perdidos por el camino y coger fuerzas. Hay muchos locales donde tienen buffet de ensalada y sopa bastante barato. Pagas una cantidad y puedes comer cuanto quieras. ¡¡Nosotros salimos de allí empachados!!

Y aunque no tenemos foto, merece mucho la pena pasarse por las piscinas municipales. Las hay en muchos pueblos y la entrada es muy barata. En Akureyri en concreto costaban unos 4€ por persona. Son como las típicas piscinas que hay aquí para verano, al aire libre y con toboganes y demás...¡pero el agua está caliente! Hay piscina olímpica para nadar, piscinas pequeñas, jacuzzis, saunas y baños turcos. Además, cada piscina está a una temperatura: 30ºC, 32ºC, 36ºC,... Está guay, porque además abren hasta las 10 de la noche y por mucho frío que haga en la calle, tú estás en el agua a remojo cual garbanzo.

Aprovechando a secar todo

Akureyri - Húnaver (unos 100 km)


Después de recoger todo y meter toda la comida como buenamente pudimos, salimos de Akureyri para seguir hacia el oeste. Durante 70 km no hay prácticamente nada, ni pueblos ni nada especial para ver. Después se pasa por Varmahlíd, que a pesar de ser un pequeño pueblo es un centro de servicios junto a la carretera principal. Hay bastantes opciones de alojamiento y zonas de acampada, pero nosotros seguimos un poco más, hasta el último "pueblo" (por llamarlo de alguna manera porque había 3 casas) antes de coger el desvío a la carretera F35. 

En Húnaver hay una pequeña zona de acampada que pertenece al jardín de una casa. Es muy barato y tienen un par de duchas en una caseta de madera pero con agua caliente y un almacén agrícola en el que hay una cocina y se puede estar.

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Por fin ya queda sólo una entrada para terminar nuestro viaje a Islandia, yujuuuuuuu!!!!! Madre mía, está costando más que si hubiéramos ido y vuelto andando. Pero bueno, ya queda sólo contar cómo fue la experiencia de atravesar las Highlands por la F35, que fue lo mejor del viaje sin duda.

Pero será a la vuelta de las vacaciones, que ahora nos marchamos 2 meses con las bicis a recorrer parte de Camboya y todo Laos ^_^ Contaremos todo aquí en el blog y prometemos que nos costará menos que con Islandia! 

¡Hasta la próxima!

La 1ª parte del viaje la tenéis aquí.
La 2ª parte aquí.

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